Joan Ignasi Valentí Marroig

BIOGRAFIA

Nació en Palma en 1901. Era hijo de Josep Ignasi Valenti Forteza escritor de temas religiosos, pedagogo, académico de sociedades científicas, literarias y religiosas y teólogo. Estudio el bachillerato en el Instituto Balear. Licenciado en Ciencias Naturales en 1921 y en Medicina e1925. Doctor en medicina en 1926,.Se intereso como estudiante por la neuropsicología .Ayudante interino en la cátedra de Higiene de la Facultad de Medicina de Barcelona. En 1925-1926 .

Se especializó en Psiquiatría el manicomio de Nova Belem de Barcelona una institución puntera fundada en 1857 por Giné i Partagás, uno de los padres de la Psiquiatría española del siglo XIX.

En 1927 inaugura la consulta privada y es nombrado por oposición médico auxiliar del Manicomio Provincial de Palma. En 1930 estancia en el Hospital Santa Anne de París con el Dr. Claude y obtención de titulo de Maestro Nacional.

Psiquiatra Municipal . Vocal del Tribunal de Menores ( Consejo superior de ayuda a la infancia) y Médico de la Casa de Socorro creó una red de asistencia social para niños y adultos .

Miembro de la Associació de Cultura de Mallorca, de l’Associació de Metges de Sant Cosme i Damià i de Association de Médecins des Éstablissements Públiques des Alienes.

Compaginó la asistencia psiquiátrica con la colaboración con el Museo Pedagógico (Sección de Psiquiatría Infantil) y las clases , entre 1928 i 1930, Escuela Normal del Magisterio y el Instituto de segunda enseñanza Ramón Llull.

Asumió los retos de la renovación pedagógica formando parte de una comisión al efecto creada por la Diputación Provincial para estudiar problemas infantiles.

Autor de importantes trabajos como «Concepte actual en patología extrapiramidal (1928)» la «Paràlisi general masculina al Manicomi de Palma» (1931), «Un caso interesante de delirio de persecución» (1932), «Organització de la lluita contra follia» ensayo de vulgarización (1929-1931)publicados en la Revista Balear de Medicina i a la Revista La Nostra Terra en la que trata el tema de sus causas , la problemática del folls (locos), semifolls (semilocos), el choque emocional, el surménage y la profilaxis de la locura.

En la Semana de la Higiene Mental Aplicada a la Psicología de Palma celebrada en 1932 abordó una de las preocupaciones : la asistencia de los niños «anormales» en la escuela y la necesidad del conocimiento psíquico del menor por parte del profesor siempre a través de herramientas científicas. Otros opúsculos interesantes son: «Escoles per anormals i escoles per a superdotats», «Dues crisis en la vida de Ramón Llull» , «Psicología de Ramón Llull», «Alcoholisme i criminalitat».

Desconfiado del sistema entonces vigente, concluía que los tratamientos psiquiátricos no tenían que pasar necesariamente por la reclusión del enfermo y citaba ya una figura habitual en Estados Unidos pero desconocida en la España de la época: el trabajador social (profesionales que intervenían cerca de las familias y los enfermos en su ambiente).

Estudió las patologías parkinsonianas –enmarcadas dentro del concepto de degeneración de las funciones–, la relación entre la Psicopatología y la Criminología, y la lucha antisifilítica como primer escalón ante la parálisis general progresiva. Sin embargo, su muerte prematura dejó a medias su labor.

Vicepresident de dos Congressos de Metges i Biòlegs de Llengua Catalana. Fue un decidido colaborador del Sindicat de Metges de Catalunya i Balears. Fue también secretario del Colegio Oficial de Médicos (1934-1935).

Firmo el manifiesto «resposta dels mallorquins al missatge dels catalans » Murió el 16 de junio de 1936 a los 35 años por insuficiencia cardiaca a causa de un lesión mitral. Póstumamente (1946) fue nombrado magister de la Maioricensis Schola Lullistica.

Con Josep Miquel Guardia, Gonzalo Rodríguez Lafora, Emili Darder i Cànaves. Forma parte de un grupo selecto médicos educadores emparentados con los higienistas.

El Ayuntamiento honró la memoria de su padre dedicándole una calle en el barrio d’Establiments.

Su temprana muerte ,la signatura del manifiesto, la situación en la postguerra y la fama de su compañero de trabajo Llorens Vilallonga contribuyeron su nombre en el olvido.